domingo, 8 de agosto de 2010

HACIA LA UNIVERSIDAD PLURINACIONAL DE LA REGIÓN PUNO

HACIA LA UNIVERSIDAD PLURINACIONAL DE LA REGIÓN PUNO


Por: Aureliano Turpo Choquehuanca
Etnólogo-Antropólogo kechua

Los saberes y conocimientos forjados por la civilización ancestral tawantinsuyana, son aun ignoradas en las universidades públicas y privadas del sistema “educativo nacional peruano”. Sin embargo, las universidades fundadas bajo la evocación santoral de la época colonial y republicana no han cambiado en su esencia a pesar de que éstas instituciones han sufrido una serie de reformas y contra reformas, disque a favor del pueblo. La de mayor trascendencia en la historia latinoamericana es la que con bombos y platillos celebraban, el grito de Córdoba que inspiró la reforma universitaria (1918), respondiendo a las necesidades ideológicas y políticas de las corrientes políticas emergentes de la izquierda euro céntricas, opuestas a la “educación conservadora”.

La REFORMA UNIVERSITARIA postulaba la autonomía universitaria, la calidad académica y la proyección universitaria que a lo largo de estos años del siglo pasado han servido para consolidar la burocracia, el nepotismo y la politiquería, porque no decir, la corrupción, el anquilosamiento académico y la nula aplicación de la ciencia a los proyectos de desarrollo socio-económico y cultural local, regional y nacional. La universidad a lo largo de la vida colonial y republicana ha servido y sirve a los intereses económicos y políticos de las trasnacionales colonizadoras.

Nadie con sano juicio racional, puede hoy día afirmar que la universidad es el centro del debate de las ideas y sobre todo, de la formación profesional, pues, tanto el docente como el estudiante sufren del síndrome de la flojera intelectual o la pobreza mental que se ha institucionalizado para la manipulación. Mi experiencia en la docencia universitaria, a nivel nacional e internacional, me permite avizorar otro tiempo y espacio para la formación integral del ser humano, para ser el interlocutor del desarrollo socio-económico, político y cultural de liberación del colonialismo mental, que los intelectuales colonizados de la derecha y la izquierda la han institucionalizado en las universidades, negando la proyección real del rol de la institución formadora y no educadora como equivocadamente se señala a través del tiempo y espacio colonial externo e interno.

La formación profesional debe sustentarse en tres pilares fundamentales, pilares que responden a la cultura, la educación y los conocimientos que, en estrecha complementariedad, definen la profesionalización concordante con las necesidades de desarrollo regional, cuyos recursos naturales renovables y no renovables esperan de la calificación profesional, impulsar el desarrollo comunitario que nos legaron nuestros antepasados. La capacidad creativa del ser humano, en las universidades, se ha anulado, debido al plagio que se hace de los conocimientos y saberes del occidente europeo anglosajón, diseñados para satisfacer las necesidades de la tecnología y la ciencia deshumanizante de los llamados países del primer mundo.

La década del año ochenta del siglo pasado me ha permitido ser impulsor de la fundación de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, por encargo del Vicerrector Académico de la Universidad Católica Santa María de Arequipa (1982), como también de parte de la Comisión Organizadora de la Universidad, presidido por el alcalde de la ciudad de Juliaca y el Honorable Congresista, Dr. Roger Cáceres Velásquez. Cumplida nuestra responsabilidad, al darle vida institucional, nos dirigimos a otras latitudes para proseguir con la labor académica, y en la ciudad de La Paz, Bolivia, me tocó la oportunidad de ser fundador de la Universidad Iberoamerica a la cabeza del Arquitecto Zambrana y de la Universidad Pública de El Alto. Instituciones a los que le he dado mis conocimientos y experiencia académica acumulada en mis estancias circunstanciales en Francia, Perú y Bolivia, siempre pensando en la formación profesional del ser humano tawantinsuyano del final del siglo XX y del comienzo del siglo XXI.

La formación integral del ser humano tawantinsuyano, obedece a otra lógica de pensamiento que construyó y consolidó el proceso civilizatorio comunitario dentro de los florecimientos culturales regionales (FCR), que nos dejaron como testimonio de sus conocimientos y saberes las excelentes construcciones de piedra y barro, sus conocimientos astronómicos, hidráulicos, textiles, sus cerámicas ceremoniales, sus conocimientos medicinales, es decir, todo aquello que testimonia la grandeza de la civilización comunitaria de ayllus del Tawantinsuyu. Conocimientos y saberes que han sido distorsionados por la lógica del pensamiento colonizador del occidente euro-español anglosajón. El colonialismo mental que echó raíces en nuestro territorio ancestral, ha favorecido la aculturación, la alienación; sobre todo, la negación de la identidad cultural, la pertenencia territorial y la personalidad etnohistórica, que la universidad no ha sabido aquilatarlo dentro de la formación profesional del ser humano kechua, aymara y amazonense.

La UNIVERSIDAD como instrumento del status quo colonial ha servido y sirve a los intereses del colonizado colonizador criollo-mestizo, que ve la “educación universitaria” como un medio de escalar un status social y sentirse diferente a la identidad cultural ancestral y manifestar que España es su Madre Patria. Dentro de una sociedad colonizada, dependiente, subdesarrollada o de capitalismo deformado como suelen disertar algunos “catedráticos” en sus clases magistrales no son más que aspavientos de un sistema universitario anacrónico y ahistórico. La formación profesional integral requiere en la hora actual, reconstituir sus valores culturales y éticos para reemprender su rol transformador e impulsor del desarrollo socio-económico, político y cultural de la región y del país.

En esta hora de grandes conflictos, se requiere grandes soluciones, sobre todo, medios de comunicación social que permitan recrear ideas y propuestas orientadas al bien comunitario y coadyuvar el paradigma del siglo XXI, del Hallin Kausay o el vivir bien de la sociedad. La decana de la prensa regional, Los Andes del 23 de mayo del presente año cristiano, inserta en sus páginas un artículo referente a la “UNIVERSIDAD AIMARA: UNA DEUDA HISTÓRICA” de Saúl Bermejo Paredes, que manifiesta una preocupación muy sensible a “una apertura hacia el cambio y la reforma: el viejo Estado homogeneizador debe dar paso a un Estado plurinacional, junto al derrumbe de los dogmas y los paradigmas educativos”.

Ahora bien, no siempre los cambios y las reformas son una solución a los problemas, pues, existen cambios regresivos como el experimentado desde 1980 a la actualidad en cuanto se refiere al desarrollo socioeconómico, político y cultural del país neoliberalizado, y las reformas siempre han sido para tapar los vicios de los gobernantes y de los administradores de la cosa pública. El Estado Nación en formación neoliberal republicano, no tiene una salida histórica, política y cultural como para formar profesionales comprometidos con sus raíces etnohistóricas y civilizatorias, de ahí que vemos con cierta preocupación la postulación de una universidad aymara indígena. Esta propuesta es importante dentro del contexto coyuntural de las próximas elecciones locales, regionales y nacionales del país, sin embargo, requiere de acertada y coherente estudio de los requerimientos profesionales de la región kechuaymara y amazonense de la Región Puno.

Considerando que la formación profesional integral del ser humano es imprescindible para marcar derroteros de desarrollo socio-económico, político y cultural en el marco de la diversidad y el respeto mutuo como seres humanos o RUNAS, postulo la necesidad histórica y política de trabajar por una UNIVERSIDAD PLURINACIONAL que responda a la necesidad del desarrollo agroindustrial, minero, pesquero de la región para garantizar la satisfacción material y espiritual de los habitantes de la región, sin excluir carreras profesionales que fortalezcan la capacidad creativa del profesional plurinacional del siglo XXI. Dentro este paradigma, es recurrente formular grandes transformaciones en las estructuras curriculares de las distintas carreras profesionales de las universidades públicas y privadas, por cuanto la malla curricular debe corresponder a las aspiraciones profesionales del futuro profesional coherente a sus habilidades y destrezas, sobre todo a sus conocimientos previos.

Si realmente se quiere una alternativa al sistema universitario monocultural republicano del Perú, es el momento y la hora histórica y política para pergeñar un proyecto de UNIVERSIDAD PLURINACIONAL DE LA REGIÓN PUNO, que no sea un medio de enriquecimiento o una simple institución mercantilista, castrante de los saberes y conocimientos ancestrales, muy por el contrario, que exprese un espíritu comunitario y pluralista, que complemente saberes y conocimientos contemporáneos, que desarrolla ciencia y tecnología limpia, que no contamine el medio ambiente, no liquide paulatinamente al ser humano que está en proceso de extinción por los saberes y conocimientos egoístas y mercantilistas del mundo euro-occidental anglosajón, que ha monopolizado la ciencia y la tecnología que es patrimonio de la humanidad y nosotros somos beneficiarios de ese patrimonio de la humanidad.

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